Esta demanda energética se hace proporcional a nuestra concentración y actividad cerebral. Para cuantificar la idea, en estado base nuestro cerebro, demanda 0,1 cal/min, mientras que si nos concentramos en algo no muy exigente, como un pasatiempo, el gasto energético se multiplica por 15, elevándose a 1,5 cal/min.

La fuerza de voluntad y el autocontrol aumentan considerablemente el consumo de glucosa.
1 comentario:
Uuuuu demasiada información!!!! jejeje
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