Amor, orgasmos, amistad, triunfo profesional, hijos...
Es complicado saber lo que las mujeres quieren (Freud no supo adivinarlo), tan complicado que necesitan revistas especializadas y miles de libros para comprenderse a ellas mismas.
Sexo y descontrol
El sexo les interesa tanto o más que a nosotros. Y también se excitan con la pornografía. Decía el dramaturgo Jean Anouilh que las mujeres son como la sopa: no hay que dejarlas enfriar. Eso es demasiado genérico pero da pistas.
Ellas quieren sexo, en cantidad y calidad. Y tienen fantasías que dejan a las nuestras a la altura de un número musical de la Disney. Una de las más generalizadas, explica Gallotti en su libro, consiste en que un hombre desconocido se les acerque, les meta mano y sin decir palabra follen como desesperados.
Les erotizan situaciones que se salen de la pareja convencional. Como Nicole Kidman en Eyes wide shut, que lo hubiera dejado todo, hijos y marido, por un tío que sólo conocía de vista. ¿Eso quiere decir que les gusta el sexo por el sexo? No, quiere decir que, si se ponen, son más perversas.
Hombres hombres
Cuando preguntas a las mujeres cómo sería su hombre ideal, te recitan una carta a los reyes magos. No son realistas. La emancipación de la mujer, dicen los sociólogos, ha descolocado a los hombres. Pero quizás sea al revés, y son ellas las que no saben gestionar su capacidad de elegir a una pareja, de igual a igual.
Tanta tontería para acabar con el hombre equivocado, como dice el sabio refrán anónimo: "Las mujeres desconfían demasiado de los hombres en general y de ninguno en particular".
De un buen tío, educado y encantador, se ríen vilmente, mientras se humedecen por el más canalla cuando no por el más gilipollas.
Hollywood nos ha vendido a unas mujeres honestas y profundas, pero la dura realidad es que pueden ser tan necias, superficiales y autodestructivas como los hombres. Bienvenidas al mundo de los machos, en donde la cagamos un día sí y al otro también.
Marlene Dietrich ya avisó del error en la elección: "La mayoría de mujeres se empeña en cambiar a un hombre y, cuando lo consiguen, ya no les gusta".
Compromiso y piso
Un polvo y ya piensan en vivir juntos. Suena a estereotupo pero Gallotti dice que es cierto, porque muchas quieren forzar la situación, en lugar de llegar al compromiso de forma natural. Sobretodo cuando se les despierta el reloj biológico: ceremonia hortera, mocosos, hipoteca y barbacoas dominicales. Buena, ellas dicen unión romántica, realizarse como mujer, nidito de amor y vida social adulta. Todo eso sin dejar de triunfar en su profesión y sin que se les caigan las tetas.
Aunque también se da el caso contrario: que quieran vivir solas, para no ser nuestras chachas, mientras soñamos con despertarnos junto a ellas cada día.
NB Noguer
3 comentarios:
lo has escrito tú? está genial y verdades como puños!
como lo lea la parienta te cruje xD
No, el texto no es mío. Es de un tal NB Noguer.
Saludos!
Y sí, la parienta ya me ha "crujido" je je je...
La verdad es que es bastante acertado, aunque utiliza un lenguaje quizás un poco fuerte para que una mujer se lo tome bien.
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